He vuelto a recordar las tardes de café, cuando las noches estrelladas se apagaban con el calor de farolas que alumbraban aquel hambriento humo.
Tiempos que venían y se iban, igual que las olas que bañaban nuestros cuerpos enfundados en un traje llamado locura. Creía ser la arena que pisabas, creía ser cada gota de tu cuerpo, creía... pero estaba equivocado, toda gota se esfumaba.
Movíamos terrenos invadidos por el calor de tus besos, acariciábamos el cielo con las punta de tus dedos que recorrían cada esquina de mi cuerpo.
He vuelto a recordar cada una de tus sonrisas bajo mi paraguas.
Hoy está nublado... ¿qué tal un paseo por la orilla de la playa?, hoy no llevaremos paraguas, pasearemos bajo la lluvia... Y después secaremos todo el tiempo que pasamos separados acompañado de un ardiente capuccino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario