Se encontraba perdido, visitaba cada atardecer nuevos lugares para contemplar diferentes puestas de sol, cada una le parecía diferente, hermosa… pero ninguna le llenaba. Seguía y seguía buscando pero entonces,en lo alto de una montaña encontró a un hombre sentado allí contemplando el atardecer igual que él...
Tras largas horas de conversación terminó el crepúsculo y comenzó el anochecer, comenzó el fin de la búsqueda sin resultado, había comprendido que pese a su locura por encontrar lo más mágico jamás visto podría ser que jamás lo viera…
Abre los ojos a cualquier insignificante sensación, ciérralos, siéntelo.
Cuenta tu maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario