Detrás de la puerta se encontraba la historia que buscaba, había caminado tanto que había perdido mi persona mostrándome en tercera. Escondía mis refugios por si usmeantes desencaminados trataban de seguir mi meta, pues tenía que aferrarme a ella como un pirata de cuentos al tesoro escondido se tratase.
Una vez en mi camino,encontré un naúfrago al que se le había perdido su mapa. Iba en busca del tesoro que todos buscaban ,el de la eterna felicidad, y derepente una ventisca se lo llevó con ella. Lejos de conseguirla comenzó sin darse cuenta el rumbo de las promesas incumplidas.
Puede que mi mapa haya sufrido algún que otro rasguño,que se hayan borrado algunas direcciones, que haya llovido demasiado. No obstante seguiré tropenzando con piratas mal avenidos, saliéndo en busca de la luz ceguedora del sol,y por supuesto seguiré hablando en primera persona.
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