miércoles, 29 de septiembre de 2010

Roro

Cantaba siempre esa dulce canción, tenía una voz tan agradable que era difícil de olvidar...
Sueños que venían de la nada,cada noche contemplaba aquellas estrellas encima de su cabeza, solo brillaban en la oscuridad.Abajo persiana, ahí están.Pensaba en todo aquello que había soñado y acariciado, ahora tan solo es pasado y lo sabía,o simplemente debía convertirlo en ello.Comprendía la delicadeza del olvido.
Entonces susurraba al silencio de cada noche aquella preciosa canción. Daba la bienvenida a nuevos sueños

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